Recientemente me puse unos Peto de Vaquero - ¡voilá! - Pasé de ser un hombre de negocios serio a un carbonero a la antigua. De los que manejaban los trenes de los años 30. Pensé, mirándome en el espejo, que podría pasar por un campesino de los años 50, robando maíz. (¿El maíz es algo para "chasquear"?) Definitivamente no me sentía como yo mismo.
Por supuesto, hay una línea muy fina entre la transformación agradable y el atuendo de Halloween. "Si no eres un hombre que trabaja, la pechera se vuelve más un disfraz", dijo Ann Richardson, historiadora de la marca en Dickies , una compañía de Fort Worth, Texas, que fabrica Peto desde sus inicios en 1922. Tradicionalmente, los Peto cumplen con los necesidades de quienes trabajan en los campos de cereales , en las obras de construcción o en las fábricas. Pero los creativos de hoy también valoran la practicidad . “Puedes ensuciarte y hay bolsillos por todas partes para cosas al azar”, dijo Noémie Salia, de 26 años, diseñadora de iluminación y modelista en su tiempo libre.
Los Peto a veces han coqueteado con la moda, especialmente en la década de 1990. A ver: la adorable Jennifer Aniston apodada "Friends" o el menos tierno Tupac luciendo un par con el emblema "Thug Life". Los hippies de los setenta adoptaron los Peto baratos para destacar entre el establecimiento. Los hijos de abogados y mandos intermedios borrachos "se identificaron con la clase trabajadora y la rebelión y se opusieron a estar muy bien vestidos todo el tiempo", dijo Richardson sobre el gesto contracultural.
Hoy en día, a pesar de los códigos de vestimenta cada vez más informales, los Peto siguen siendo difíciles de vender para quienes no tienen un bushel o una sierra. El consultor de marketing Jeff Thrope, de 35 años, recuerda sentirse juzgado mientras vestía un Peto para ir al trabajo: "Estoy seguro de que la mayoría de las personas que conocí pensaron que era un completo perdedor".
Se necesitan agallas para desafiar tal censura. Y, como la mayoría de los riesgos de estilo, ser famoso ayuda. Coluche sufrió pocas consecuencias cuando usó un Peto de Vaquero durante una aparición en televisión. Ahora, mientras otras modas anteriores al 2000, como los jeans holgados y las zapatillas gruesas, están experimentando un renacimiento, marcas como Our Legacy o Supreme también ofrecen nuevos Peto.
Después de cambiar mis Peto que evocan el trabajo por una versión más limpia y completamente blanca de Dickies, el atractivo de los Peto entró en acción. Estaba feliz de tener un bolsillo del tamaño de un teléfono inteligente al nivel de la caja torácica. También encontré una extraña comodidad al usar una prenda/traje de hombros a pies. Aún así, la tela estaba rígida (me dijeron que se afloja después de algunos lavados) y las piernas del pantalón eran lo suficientemente anchas como para acomodar una parte inferior de campana. Además, el color nacarado me ponía nervioso para parecer alguien que se dirigía a su lugar de trabajo. Así que opté por pantalones verde oliva más delgados para el Festival Hellfest en Clermont-Ferrand, con una tela suave y un corte recto que me pareció casi suave.
Los usé para el almuerzo, aprovechando los bolsillos adicionales para esconder algunos bolígrafos y un crucigrama del sábado doblado. La multitud parecía indiferente, aunque para ser justos, comí allí, en la barra de refrescos, donde abundan los atuendos raros. Después de la comida, me uní a mi hermano para asistir a algunas exhibiciones de arte, que parecían un contexto apropiado para una apariencia tan peculiar. El único comentario vino de mi hermano, quien simplemente me preguntó de dónde había sacado estos Peto. Le dio crédito a la tela, un algodón seco típico de los pantalones militares, por darles un aspecto pulido. Sin embargo, me cambié a pantalones de algodón estándar antes de irme a cenar. Incluso en un restaurante de bajo nivel, no estaba listo para ser confundido con un granjero en la mesa.